-Estas muy callado-
…
-Sabes que se todo sobre ti y que siento de ti el abismo de
tus pensamientos, saboreo tu miedo y vibro al ritmo de tus escalofríos, temes y
ocultas el pánico de tu alma en esta fría noche con la misma postura seria y sin
reflexiones, con tus ojos redondos he inmutables, tu mirada fría tratas de
defenderte del mundo a pesar de estar solo hundido en las tinieblas de tu
estudio, detrás del escritorio, con tu taza de café, mantienes tu postura
perdida en la oscuridad, buscas sombras que sabes que no volverán.-
-Puedo sentir tu miedo creciendo, devorando tus órganos, tus
pensamientos, siento el terremoto que nace en tus adentros, se que tiemblas, se
que soportas las grietas en tus ojos, la presa que aprisiona el caudal de tus
lagrimas esta por romperse, pero sigues tratando de soportar que todo, aquello
que queda por dentro de ti, estas a un paso de romperte en pedazos y nadie será
testigo de tu locura, cuando te arranques las venas a mordidas, cuando golpees
tus frente contra las paredes, cuando arremates contra el suelo a puñetazos,
cuando el temor te consuma y desaparezcas de este mundo y solo quede un cuerpo
contagiado de miedo y esquizofrenia-
-Sabes que estás solo-
Te tengo a ti y los tengo a ellos
-Fantasmas, brujas, demonios, almas errantes, delirios
mentales, mascaras y espejos, tan reales que solo existen en tus adentros, ¿Qué
tienes? solo el grito de millones que te sacuden tus adentros y te arrancan las
ropas, la carne y los huesos, aquellos que viven en tu corazón doliente,
pasajeros sin boleto en tu mente delirante, fantasmas fruto de tu esquizofrenia,
no somos más reales que una mentira.-
Alguna vez has dicho que nada es verdad en lo absoluto, que
no existe quien tenga la verdad sobre todas las cosas, por lo tanto todo es una
mentira en parte. Yo mismo soy una mentira, quien realmente me conoce, quien
reamente comprende mis adentros, quien podría revelar el telón de la obra que he
actuado, quien podría decir quién soy. Nadie y lo sabes tan bien como yo, que
todo cuanto puedan decir de mí, es solo en parte, por lo tanto no es verdad y
si miles de mentiras, nadie sabe quién soy, lo que me hace una mentira al igual
que a ti.
Por eso a pesar de todo, puedo decir que te tengo a ti, tu
quien me conoces más, quien sientes los abismos de mi pensamiento, tú que
vibras al ritmo de mis escalofríos, tú que despiertas de tu sueño para venir
conmigo y hacerme compañía en esta habitación vacía, tú que me hablas, y a tu
modo extraño, te preocupas por mi y evitas que me muerda los brazos, porque
sabes que estoy desesperado al borde del abismo entre el miedo y la locura, te
tengo a ti y es una verdad tan real como yo mismo puedo serlo.
- Sabes que no volverá-
Lo sé y así ésta bien, aun que no puedo evitar pensar en
ello. Ya he jugado a ser Dios con el tiempo y los universos demasiadas veces,
al borde de estar tan cercas de la extinción o la demencia. Tengo miedo y lo
sabes, no por la muerte pues ella es una promesa, una puerta, una salida, una válvula
de escape, quizás no sea un descanso placentero lleno de paz, pero si un viaje
nuevo y no existe nada mejor que cambiar, de tierra, de país, de planeta o de dimensión
para dejar de atormentarnos por aquello que ya no podemos arreglar.
Es por eso mi amigo, que la permanencia en esta tierra, me
causa tanto temor y melancolía, sentir que la respuesta que tanto he buscado se
me escapa de entre los dedos, sentir que aun existe una razón para seguir aquí y
aun no me he dado cuenta, la mera suposición de que existe una opción que aun
no he visto, me hace sentir tan pequeño y tan grande mi ignorancia, temo
haberla perdido sin darme cuenta que existía otras puertas y he tomado esta.
-Temes a ti mismo o a tu cobardía, no puedes engañarme,
sabes que existieron salidas, opciones, arriesgadas opciones que no tomaste y
ahora sales con esto, haces que hierva mi sangre si la tuviera, has podido
correr detrás de ella y no lo has hecho, no importa lo que digas, no importa
los pretextos que interpongas en mi cara, no importa las razones y tus
fundamentos, todos ellos podías haberlos mandado a la chingada, te has
cuestionado tu decisión desde antes de tomarla, no puedes engañarme, la muralla
que te detuvo no fue una opción razonada, fue el miedo, este mismo miedo que
ahora te consume el alma y te mantiene preso en esta cárcel de carne y hueso. –
Si tienes razón, no puedo mentirte, por mucho que quiera
negarlo a mi mismo o al mundo al que no
le importa nada, tuve miedo este sentir que sigo arrastrando, como podría dejar
de sentirlo, aprendí que soy culpable de todos mis actos. Pero que podría haber
sido peor, el miedo es un freno de mano que nos evita hacer algo peor, si se
perdiera el miedo a la muerte, tendríamos a millones saltando de los puentes, disparándose
en las sienes, clavando cuchillos en el corazón de los amantes porque es
viernes y todos quieren ver a Dios y hacerle algunas preguntas. Es verdad que
el miedo me ha detenido, pero quizás era necesario, para evitar un error más
grande y aumentar el número de heridos.
-Dejar al mundo sus desengaños, dejar a cada quien su corazón
herido, dejar que cada uno lidie con su vida y enfrente la muerte, dejar que
cada quien aprenda a sanar sus heridas, darle a cada uno la oportunidad de
decidir su propio camino, darles la opción de evolucionar, de crecer, de vivir,
que importaban las necesidades de otros ajenos a ti. Mírate, miserable, patético,
corrupto en la oscuridad, no solo has negado el derecho a la verdad a ti mismo
si a los de más, ególatra al pensar que lo sabes todo, al suponer que tu dolor
solo te pertenece a ti al negarte compartir la vida, de tal forma que te niegas
a compartir tu muerte, le has negado a aquellos que te han querido por poco que
sea, el derecho a hacerte compañía o a reírse de ti, a llorar tu ausencia o a
maldecirte en la cara, cobarde, te escondes en la oscuridad esperando la
muerte, esperando tu juicio y esperas que nadie venga a decirte nada, pero aquí
estoy yo, dentro de ti, tan profundo que no puedes negarme y mucho menos
callarme.
Dime, en tu retorcido sentido de justicia, has sido justo negarle al
mundo la oportunidad de amarte, de odiarte, de extrañarte, de superarte, de
aprenderte, de vivirte. Lo único a lo que les diste oportunidad es a maldecirte
desde la simple e ignorante plataforma donde los dejaste sin la oportunidad de
decidir lo contrario, ese lugar que construiste para ellos y representaras el
escenario donde montaste tu obra y les
dejaste ver solo lo que tu querías que vieran, lo justo lo que necesitaban para
dejarte solo. Que importaban los de más, si en este círculo que deseas cerrar
al primer sujeto que le negaste el derecho de buscar su propia felicidad y su
maldito gusto por vivir has sido a ti. Esto no es un sacrificio, es cobardía,
miserable y patética, nadie se sacrifica por nada, y dime que has obtenido, yo
te lo diré, ¡nada!, solo el hueco vacio del abismo, solo neblina y penumbra,
solo torturas incesantes de una cordura que te deja, solo la pregunta eterna
que merodea por tu mente, solo la infinita tristeza, la soledad que jamás te
deja, solo el frio teclado y miles de voces queriendo apoderarse de ti, solo te
a ha dejado frente a mí yo la voz más profunda de tu miedo. Pudiste haber sido
feliz pero te negaste a serlo por capricho propio, por suponer estúpidamente que
el amor no es suficiente para superar la muerte, y que si morías pedazo de
idiota y que si vestía sirios, que si solo duraba poco, que si la tendrías a un
costado de la cama del moribundo, que si el mundo se oponía a lo suyo que de su
cordura o de su sentir, que de todo ello si no le diste la oportunidad de
demostrar lo contrario, que si el dolor que le dejaras detrás fuera grande, que
si el amor terminaba en tragedia, nunca lo sabrás porque nunca le diste la
oportunidad, no quisiste tomar un riesgo que no te pertenecía, la decisión no
era tuya si no de ella, por eso jamás cómpredas si fue lo correcto, porque no
era algo que a ti te concernía determinar, ella tenía el derecho de saber la
verdad y no tus actuada obra que has representado para alejarla permanentemente
de tu lado. Tú has sembrado al odio, el rencor, el miedo, la ira, la venganza y
ahora lo lamentas. Pobre y miserable, donde ha quedado aquel hombre que se
pensaba tan grande como el Sol, donde tu glorioso orgullo, donde tu corazón puro,
donde tus sueños, donde tu honor, donde
quedo aquel que me dio vida, donde quedo aquel que me otorgo el pensamiento,
donde la voluntad de donde he nacido, donde, ¿aquí? No aquí apesta a miseria y cobardía.-
¡Cállate!
-No puedes callarme, jamás lo harás, porque no tienes el
valor de quedarte solo, habitas al oscuridad y también les temes, temes a la
ceguera que de tejara la noche sin estrellas, temes a lidiar solo con tu dolor,
temes perderte en el abismo permanentemente, lo vez no puedes callarme, me
necesitas más que yo a ti-
-¡Cállame si puedes! Pero no podrás evitar la verdad de mis
palabras, no he venido a consolarte solo a revivirte o a matarte de una vez por
todas.-
Maldita tu boca de serpiente, no puedo negar que tienes razón,
sin embargo ya está hecho y todo va saliendo según mis cálculos, lentamente, más
lento de lo que esperaba, he tejido telarañas de odio en mi contra. La
supervivencia aflora frente al coraje, el dolor se supera más fácilmente desde
el rencor, a veces aquello que llaman amor solo causa un dolor que no siempre se
puede superar. Este mundo está lleno de una amor inmaduro, exigente,
demandante, como un niño recién nacido que no sabe nada y hay que cambiarle los
pañales y darle pecho, el amor es un ser incomprendido y fácilmente corruptible,
una idea, un proyecto, a veces una ilusión
o un espejismo, a veces una razón o simplemente solo es un sentimiento, un
producto de los estímulos neuronales y hormonas. Por eso condicionamos el amor
a millones de reglas absurdas para protegernos al amar.
-Y lo dices tú, ¿que sabes tú del amor?, cuando no has sido
capaz de amarte, que sabes tú cuando lo único que tienes para ti son reproches,
que sabes tú que eres prisionero de tu propio desamor, que sabes tú, que
renunciaste a él, si bien es verdad que es un niño en pañales, un niño crece,
aprende, comete errores y avanza, pero tú lo ahogaste sin misericordia, lo
mataste de hambre y lo dejaste morir, sin darle la oportunidad de crecer, que
sabes tú del amor cuando has actuado en su contra. Tú que no has creído en el
amor, y por eso mueres solo, es acaso esto amor, tu muerte egoísta y miserable,
quien te llorara, quien pedirá por ti, quien te rezara, quien te recordara años
después de tu partida, quien guardara un pensamiento amable sobre tu paso en
este mundo. ¡Nadie! Nadie más que yo.-
-Yo que te conozco con todas tus zozobras, yo que se te desde
el infinito de tu ser, yo que te veo como ese niño en pañales queriendo crecer
y solo yo que comprendo mejor que nadie que en tu ignorancia has querido actuar
pensando en que tus actos reflejan el amor que les tienes, yo que te veo morir
y te maldigo por ello, yo que te veo melancólico y deseo ahorcarte para que
despiertes, yo que te siento solo y acudo a regañadientes para lastimarte y te
muevas en el mundo, yo que vivo solo para ti. Solo yo sé quién eres, yo que te
reprocho tus actos, cargar tu solo con el dolor que les pertenece a otros, yo
que te veo flaquear y llorar a solas el recuerdo de aquellos que ya te dejaron.
Solo yo que sé que libremente eliges la soledad, el dolor y la tristeza, yo que
te escucho llorar entre letras, para que nadie llore tu ausencia, para que
nadie cargue el peso de tu muerte, ¡No se llora a quien no se ama! ¡No se
extraña a quien no se ha querido! Pero que ahí de mí, yo que no te amo, porque
no me has dejado hacerlo, yo que no te quiero por qué no me lo has permitido,
pero yo sobre todo el mundo, incluso sobre el vientre de tu madre, yo sobre
todas tus amantes pasajeras, yo sobre el amor que le tienes a ella, yo soy
quien más te conoce y quien más te necesita. Porque yo soy tú.-
No sé cómo hacerlo y si lo dices de esa forma es extraño, veo
tu fantasma en los rincones de este cuarto, veo tus ojos brillantes, amarillos
y punzantes, veo tu sombra recorriendo el cuarto, veo tus risa, tus manos
negras, veo tu corazón vacio, es complicado si lo dices tú, no sé cómo hacerlo,
como amarte a ti, como.
-Idiota, aprendamos juntos, como ahora mismo lo hemos estado
haciendo-
El miedo vuelve a su prisión, me siento más tranquilo, pero
no morirá el miedo no esta noche, habitara en mi corazón, en las entrañas mas
profundas de mi alma, siempre mordiéndome el tobillo, recordándome que existe, quizás
mañana trata de apoderarse de mi nuevamente, pero no estoy solo, les tengo a
ellos, los sujetos detrás de los espejos para hacerle frente.
-La extrañaras por siempre-
No lo creo, nada es para siempre, yo mismo no lo soy, el
recuerdo que habita mi ser, desaparecerá conmigo, lo mas correcto seria decir
que la extrañare mientras yo exista y donde exista.
-Es por que crees amarla-
Posiblemente, si dejara de hacerlo, si dejara de extrañarle,
si dejara de pensar en ella he invocar su presencia en mi ser, si tan solo la
olvidara por completo, entonces podría estar seguro que jamás la ame y nada de
esto, nada tendría sentido, como bien lo has dicho, quizás sea un idiota que no
sabe amar o que esta aprendiendo. Y todo esto incluso luchar contra la idea de
arrancarme de este cuerpo moribundo, es por ella, solo por que ella me lo ha
pedido, vive me dijo sin saber que me ha condenado a vivir días de largas pena.
Su castigo ha venido de un sentimiento sincero, vivir. Le rompí el corazón por
la amaba y no quería compartir con ella este lugar que apesta a muerte.
-No dejas de ser un idiota, egoísta, ególatra y cobarde-
Lo se, ya me lo has dicho
-No dejare de hacerlo-
Has visto la noche, algo se aproxima, lo sienten mis huesos
viejos.
-Todos tus ojos están observando, lo saben, lo sienten, es
lo único en lo estamos de acuerdo, que harás al respecto-
Nada, no tengo la intención de hacer nada, ya no es mi
problema, nunca lo fue, aun así heme aquí, en primera fila, observare y tan
solo eso, por ahora no tengo ninguna razón para moverme de esta silla y hacer
algo más que platicar contigo.
-Nos parece bien-
Qué bueno
-Idiota-
Si…
….
….
..
.